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Margarita Salas, bioquímica española |
Cuando escribí mi anterior artículo, “¿Por qué España odia la Ciencia?“, la situación de la investigación daba probablemente para activar la alerta roja.
Afortunadamente, eso ya pasó.
Ahora la situación se podría definir mejor como “¡Tocado, y a punto de hundirse!”.
En este nuevo artículo, que pretende apoyar la iniciativa #sinciencia, podría hablar de la invención del GPS, cuyos orígenes
están en la Relatividad de Einstein (papelajos garabateados, confusos y
teóricos a tope, prueba irrefutable de que no toda la investigación
básica es productiva). O también podría hablar de por qué cada vez que
compramos un aparato que usa tecnología WIFI, Australia se lleva un pellizco (430
millones de dólares desde 1990 hasta la fecha), como recompensa por
haber apoyado en su día una absurda investigación en astronomía.
Pero todo esto al español medio le queda muy lejos. Parece que la única ciencia que se puede hacer en España es poner palos a las cosas, ya sea a los caramelos o a las bayetas.
Pero todo esto al español medio le queda muy lejos. Parece que la única ciencia que se puede hacer en España es poner palos a las cosas, ya sea a los caramelos o a las bayetas.
Por eso en este post intentaré recopilar
algunos pocos ejemplos de beneficios que ha obtenido España por haber
financiado la investigación pública en su día. Aunque tenemos fama de
patentar poco, los investigadores españoles son los décimos en número de
patentes en Europa.
Por ejemplo, en 1938 nació una tal Margarita Salas en Canero, en el hermoso concejo de Valdés (Asturias).
Margarita se licenció años más en Ciencias Químicas en “la Complu” de Madrid, y trabajó en el CSIC.
Margarita se licenció años más en Ciencias Químicas en “la Complu” de Madrid, y trabajó en el CSIC.
Precisamente en esta institución, pública
por cierto, descubrió la ADN polimerasa, una sustancia que permite
obtener un gran número de copias de un fragmento de ADN particular,
amplificándolo para propósitos de investigación. Sin esta técnica el ADN no podría ser analizado.
¿Han visto ustedes CSI o Bones?
Pues seguro que no imaginaban que los
maravillosos análisis de ADN que realizan cada dos por tres son posibles
gracias a la investigación pública española.
¿Han visto ustedes esas películas donde un científico loco, siempre americano, crea un monstruo/superhéroe modificando su ADN? Pues chincha rabiña, porque eso no podría hacer sin la inversión del Gobierno de España en investigación básica.
Por cierto, que aparte de permitir hacer cosas molonas, este descubrimiento ha proporcionado unos jugosos ingresos al CSIC en concepto de explotación de la patente (varios millones de euros desde 2003).
_¿Han visto ustedes esas películas donde un científico loco, siempre americano, crea un monstruo/superhéroe modificando su ADN? Pues chincha rabiña, porque eso no podría hacer sin la inversión del Gobierno de España en investigación básica.
Por cierto, que aparte de permitir hacer cosas molonas, este descubrimiento ha proporcionado unos jugosos ingresos al CSIC en concepto de explotación de la patente (varios millones de euros desde 2003).
Por no salirnos de la familia, el ya fallecido Eladio Viñuela, marido de Margarita, también doctor en Ciencias Químicas e investigador del CSIC, hizo una gran contribución a la ciencia. Eladio era de Cáceres, veía como el virus de la peste porcina africana (VPPA) diezmaba la economía de Extremadura. Así que se puso manos a la obra, en 1989 identificó la proteína que permitía que el virus se introdujera en la célula receptora.
Un primer paso en investigación básica,
que condujo a la identificación completa del ADN del virus en 1995, y
que por supuesto contribuyó al entendimiento y remedio de la enfermedad.
Porque si algo te da problemas y quieres remediarlo, lo primero es
saber lo que es (investigación básica); la solución (investigación
aplicada) no llega en forma de inspiración divina.
Las consecuencias económicas de la investigación sobre el VPPA son obvias: la presencia del virus es ya casi inexistente en la cabaña ganadera española._
Uno de los últimos grandes avances es el
descubrimiento de una de las moléculas que ayudan a la propagación del
VIH. Javier Martínez-Picado trabaja en la Institución Catalana de
Investigación y Estudios Avanzados y en el Irsicaixa,
Instituto de Investigación sobre el Sida, que cuenta con inversión
privada (por parte de la obra social La Caixa, entre otros).
Siguiendo esta nueva diana terapéutica, los investigadores del IrsiCaixa trabajarán en fórmulas para crear fármacos que impidan la interacción entre el virus y las células dendríticas. Estos nuevos fármacos serían más eficaces y estables que los tratamientos actuales porque serían menos vulnerables a las mutaciones del virus.
Siguiendo esta nueva diana terapéutica, los investigadores del IrsiCaixa trabajarán en fórmulas para crear fármacos que impidan la interacción entre el virus y las células dendríticas. Estos nuevos fármacos serían más eficaces y estables que los tratamientos actuales porque serían menos vulnerables a las mutaciones del virus.
Estos nuevos fármacos supondrán
probablemente una revolución en el tratamiento de esta enfermedad letal.
Y si se fabrican bajo patente española, además de suponer un beneficio
enorme para la especie humana, el prójimo y la salvación de nuestras
almas, nos van a suponer jugosos ingresos, y también reconocimiento internacional.
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Todo lo anterior está muy bien pero, ¿qué ocurre realmente en las universidades españolas?
Podría parecer leyendo lo anterior que la investigación científica en
España la hacen unos pocos, mientras que la mayoría chupa del tarro.
Yo estudio en una universidad pequeña, dejada de la mano de Dios en lo que a aportación económica se refiere. Las universidades pequeñas son, aparentemente, las más proclives a desperdiciar los recursos para investigación. De hecho, frecuentemente critico mi universidad, porque creo que la crítica constructiva es una buena forma de mejorar las cosas.
Sin embargo, hoy voy a ponerla como ejemplo.
Yo estudio en una universidad pequeña, dejada de la mano de Dios en lo que a aportación económica se refiere. Las universidades pequeñas son, aparentemente, las más proclives a desperdiciar los recursos para investigación. De hecho, frecuentemente critico mi universidad, porque creo que la crítica constructiva es una buena forma de mejorar las cosas.
Sin embargo, hoy voy a ponerla como ejemplo.
A pesar de ser una universidad pequeña,
hay bastantes grupos de investigación, que a mi entender hacen cosas en
su mayoría útiles para la sociedad.
Dado que esto sería inmenso, detallo sólo los grupos en el campo de la Física a continuación, y alguna de las líneas de investigación en las que trabajan:
Dado que esto sería inmenso, detallo sólo los grupos en el campo de la Física a continuación, y alguna de las líneas de investigación en las que trabajan:
- Grupo de biosuperficies. Investigan cómo los microorganismos se adhieren a las prótesis, implantes y sondas usados en medicina. Tienen patentes en procedimientos para moldear superficies de materiales curables.
- Grupo de física de la atmósfera. Investigan en variabilidad climática, teledetección por satélite, y radiación terrestre en la región.
- Física estadística. Quizá el más difícil de entender para el público general. Investigan medios granulares, fluidos y coloides, haciendo también simulaciones por ordenador de estos sistemas físicos. Es investigación básica, sin aplicación inmediata (aunque tampoco lejana) pero necesaria.
- Física de superconductores. Los superconductores son materiales que, a ciertas temperaturas, consiguen transportar energía eléctrica sin pérdidas (los cables convencionales pierden gran parte de la energía transportada en forma de calor). Es investigación puntera, y cuenta cada día con más aplicaciones. Los “imanes” de las máquinas de resonancia magnética, encargados de establecer los intensos campos magnéticos necesarios en esta técnica, son en realidad hilos superconductores. También poseen patentes en este campo.
- Radiaciones no ionizantes. Estudian la exposición a campos electromagnéticos (como los usados en telefonía móvil), desarrollan nuevas técnicas de prospección geofísica (€€€) y de inspección por ultrasonidos.
- Radiaciones nucleares. Estudian la desintegración atómica, nuevos métodos de detección de radiación, técnicas para caracterizar el carbón, e incluso el estudio de los pigmentos de pinturas prehistóricas mediante rayos X.
- Acústica. Desarrollan mejoras en la acústica de los edificios, control del ruido en el ámbito laboral, influencia de las vibraciones en arquitectura y realizan estudios sobre el tratamiento de las imágenes médicas obtenidas por ultrasonido.
- Radiactividad ambiental. Se ocupan del seguimiento de la radiactividad en el entorno de las centrales nucleares y el análisis de las aguas.
- Óptica. Trabajan en el diseño por software de sistemas ópticos, la creación de nuevos aparatos de iluminación LED, y del estudio y prevención de anomalías en la visión humana.
- Electrónica. Fundamentalmente investigan en el diseño de sensores electrónicos: detección de gases (“narices electrónicas”), detección de radiaciones ionizantes y de ultrasonidos. También tienen líneas de investigación en software e inteligencia artificial.
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¿Quieren otro ejemplo de investigación con fondos públicos españoles?
En 1485, un postdoc italiano
llegó a España con su familia. Concibió una idea loca, fundamentada en
los últimos avances en investigación básica. Este postdoc fue a Portugal
a pedir fondos para llevar a cabo su loco proyecto,
pero al portugués aquella idea no le convenció, así que el pobre Colón
lo presentó a la reina Isabel en 1486. El Consejo Real decidió en
aquella ocasión que el proyecto era inviable y que no conduciría a nada
útil.
Así que el pobre Colón volvió a intentarlo después de la toma de Granada, cuando las arcas estaban más llenas y los corazones más animados.
Y coló. Y la historia de España, y del mundo, cambió para siempre, para bien o para mal.
Así que el pobre Colón volvió a intentarlo después de la toma de Granada, cuando las arcas estaban más llenas y los corazones más animados.
Y coló. Y la historia de España, y del mundo, cambió para siempre, para bien o para mal.
La ciencia no sólo permite fabricar
cachivaches molones. No sólo fomenta el pensamiento crítico,
indispensable para las sociedades democráticas.
La ciencia es también una herramienta imprescindible para eliminar las desigualdades sociales. Si hoy existe un Primer Mundo que disfruta de relativa libertad y no muere de hambre no es debido sólo a que los socialistas, comunistas y capitalistas hayan creado una sociedad que lo permite, sino porque la ciencia ha permitido producir alimentos, ropa, viviendas y medicinas para todos.
La ciencia es también una herramienta imprescindible para eliminar las desigualdades sociales. Si hoy existe un Primer Mundo que disfruta de relativa libertad y no muere de hambre no es debido sólo a que los socialistas, comunistas y capitalistas hayan creado una sociedad que lo permite, sino porque la ciencia ha permitido producir alimentos, ropa, viviendas y medicinas para todos.
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